viernes, 2 de mayo de 2014

Salud| Las grandes ventajas de vapear en vez de fumar

 
El vapeo, ya sea usando cigarrillos electrónicos, pipas electrónicas, dispositivos vapeadores “raros”... es casi otra manera de fumar, otro hábito.
iam →REDACCIÓN
Ya sabemos que es el vapeo ahora vamos a analizar porque nos ayudará a fumar de otra manera perjudicando muchísimo menos nuestra salud.
Para esto vamos a responder las preguntas típicas sobre el vapeo explicadas en primera persona por todo un experto en Vapeo.

¿Cuánta nicotina tengo que usar?

Es difícil aconsejar, de entrada, una dosis de nicotina a una persona que no conocemos de nada y de la que desconocemos su condición física, edad y grado de dependencia a la nicotina.
Soy consciente que hay discrepancias y distintas tendencias, con respecto a la dosificación de nicotina en los líquidos. No quiero establecer polémica con nadie, ya que esto no pretende ser un debate sobre el tema, sino simplemente, un pequeño manualillo que sirva como referencia a aquellos que empiezan.
Es por ello, que voy a intentar poner unas pautas generales que os puedan servir a los nuevos, para que, más o menos acertéis con las dosis de nicotina con la que debéis empezar y algún que otro consejillo.

Antes de nada y como siempre que hablo de nicotina, tres cositas:

  1. La nicotina es una sustancia que se obtiene por extracción de la hoja de tabaco, o por obtención con medios químicos y cuya fórmula es: C10H14N2 , pertenece al grupo de drogas estimulantes psicotrópicas que generan dependencia.
  2. Es una droga vasoconstrictora (reduce la luz de los vasos sanguíneos y capilares), aumenta el ritmo cardiaco y eleva la presión arterial.
  3. Es un potente veneno, a dosis muy bajas y se usa, industrialmente, como insecticida y herbicida.
Queda claro,  ¿No?
Para que las cuentas nos salgan más o menos redondas, vamos a tomar como cierto, que de promedio, se absorbe 1 mg. de nicotina por cigarrillo.
Esta cantidad puede variar, dependiendo del tabaco que se fume y de la forma, más o menos “ansiosa” con la que se fume.
De esta manera, sabremos de forma sencilla los miligramos (mg.) de nicotina por día, que absorbemos fumando y calculamos los que debemos vapear.

Es fácil:

Que fumamos 20 cigarrillos al día…pues absorbemos 20 mg. de nicotina al día.
Que fumamos 45 cigarrillos al día…pues absorbemos 45 mg. de nicotina al día.
Etc.,…etc.
Las concentraciones de nicotina, en los líquidos que usamos para vapear, vienen dadas en miligramos por mililitro de líquido (mg./ml.)
O sea, que si compramos un frasquito de 30 mililitros (ml.) de líquido a 10 miligramos de nicotina, el frasquito contiene 300 mg. de nicotina. (No olvidéis este dato).
Aquí os voy a insistir, en el escrupuloso cuidado que debéis tener en colocar los líquidos con nicotina, fuera del alcance de los niños y de las mascotas (si tenéis).
Ya que los líquidos suelen ser dulzones y por tanto atractivos para un niño, que con un solo sorbito, de 5 ó 6 mililitros (el contenido de una cucharilla de postre), puede sufrir un envenenamiento gravísimo o incluso morir. (Y esto no es, exagerar.)
Por ello, es necesario adaptar la concentración de nicotina, a la cantidad de líquido que vapeas en un día, sin entrar en concentraciones, que podríamos llamar, peligrosas.
Esta tabla, te puede dar una idea de cómo hacerlo: (Puedes efectuar el redondeo de decimales, para que sea más fácil hacer las diluciones)

Es aconsejable y yo no aconsejo otra cosa, que NO se usen las concentraciones muy altas (color negro), se eviten las altas y con nivel de precaución, en los líquidos (colores: rojo y naranja).
Es más saludable, vapear algo más de líquido a menos concentración, que vapear poco líquido a mucha concentración.

A modo de ejemplo:

Si eres fumador de 40 cigarrillos al día (hemos quedado al principio, que consumes 40 mg./día de nicotina), es más aconsejable que vapees 2,5 ml. de líquido al día con una concentración de 16mg./ml., a que vapees 1 ml. de líquido al día, a una concentración de 40 mg./ml.
Al cabo del día, has consumido la misma dosis de nicotina, pero de manera mucho menos agresiva para tu corazón y para tu cerebro.

Resumiendo:

Procura vapear siempre en la zona verde de la tabla, aunque ello conlleve, un mayor consumo de líquido (que si te fijas bien, no es tanto más).

¿Cómo controlamos el “mono”?

Vapeando a concentraciones de nicotina equivalentes a cuando fumamos, es muy posible, que tengamos momentos puntuales de “mono” (2 ó 3 veces al día: Tras las comidas y el café…bueeeeeno y tras el ñiqui…ñiqui) , ya que no estamos absorbiendo el sinfín de sustancias que tiene el tabaco y que contribuyen a darnos más sensación de “hartura”.
Como sabemos que eso nos va a ocurrir, mi consejo es que tengáis un ato con drip-tip, una batería pequeña y un líquido con una concentración de nicotina de 5 mg./ml. más, de lo que estés vapeando habitualmente.
De esta forma, cuando el “mono” ataque, echas tres gotitas del “ANTI – MONO” en el drip-tip, le pegas dos o tres buenas caladas…y sigues con tu concentración habitual, con tu e-cig. habitual. Verás como funciona.

MÁS NICOTINA NO SOLUCIONA LA SENSACIÓN DE SACIEDAD

La dosis de nicotina que debemos vapear al principio, debe ser similar, en mg./día, a lo que consumíamos fumando, salvo en los momentos “mono”, como os he dicho más arriba.
¿Porqué digo esto, contradiciendo (sin ningún ánimo de polémica   ), a algunos compañeros, expertos vapeadores?
Pues me baso en lo leído y en lo experimentado (que conste que no es una tesis doctoral, que es solo mi opinión   ).
El tabaco lleva sustancias, como el amoniaco (NH3), que irrita e inflama los alvéolos pulmonares, para que se produzca más absorción de nicotina y alquitrán, dejándonos esa sensación de sofocación o ahogo, que nosotros mal traducimos, como: “Me deja satisfecho”.
Los líquidos con nicotina, NO provocan esa sofocación, ya que no irritan los alvéolos y es por tanto más difícil que nos dejen tan “satisfechos”.
Esa “satisfacción”, NO vamos a conseguirla por agregar más nicotina a nuestros líquidos, (la conseguiríamos, parecida, respirando en una bolsa de plástico         ).
Lo que sí conseguiremos es un mayor “golpe de garganta”, pues la nicotina sí irrita las mucosas de la orofaringe y a mayor dosis, mayor irritación o golpe, pero también mayor golpe a nuestras arterias, a nuestro corazón y a nuestro cerebro.
Por tanto, ¿para qué agregar más nicotina, si no vamos a conseguir esa “satisfacción” o “plenitud” que nos da el tabaco?
Dejemos las dosis más altas para contraatacar al “mono” y engañarle mejor, con el aumento del golpe de garganta.

REFLEXIÓN FINAL

Al principio, TODOS, queremos que nuestros líquidos sepan a tabaco.
Nos da verdadero pánico, perder nuestra conexión con el cigarrillo.
Pues bien, podemos vapear líquidos con tabaco absoluto con base PEG-400 y sin glicerina, ni frutos secos, ni mentol.
Os puedo asegurar, que saber a tabaco sabe, que fuerte y amargo está de narices, sin embargo… ¡¡¡ NO nos sabe igual…porque no lleva humo, ni alquitrán, ni tolueno, ni amoníaco, ni…las otras tropecientasmil sustancias nocivas que lleva nuestro entrañable enemigo !!!
Entonces flaqueamos…y pensamos…”No se si podré soportarlo…porque es que a mi, el tabaco me gusta.”
Y … entramos directamente en la fase “chupete”   .
Cuando somos ya, expertos en el arte del vapeo y nuestros sentidos del olfato y del gusto, ha aflorado, por fin, después de tantos años anestesiados, buscamos sabores agradables y nos hacemos unos verdaderos sibaritas del vapeo, investigando, cual un Ferrá Adriá cualquiera, en como conseguir, tal o cual mezcla que sublime nuestros recuperados sentidos y la nicotina, entonces, pasa a ser un añadido indeseable que intentamos, por todos los medios, ir erradicando.

¿Qué cambio, verdad?

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