viernes, 25 de abril de 2014
Lo malo del vapeo... no haberlo conocido antes
Eso es lo que me digo cada vez que me estoy preparando algún líquido, o
reparando una resistencia, o simplemente caminando por la calle ¡que pena no haber conocido antes el vapeo! y haber sido esclavo del dichoso tabaco durante 35 largos años.
Hoy hace ya 1355 días que no fumo y la verdad es que el cambio es abismal, sobre todo a la hora de realizar alguna actividad física, pero el cambio en realidad es mucho más profundo, vapear se ha convertido para mi en un estilo de vida. Se han creado en mi vida unos curiosos rituales casi sin darme cuenta, a la hora de prepararme mis líquidos, de hacer reparaciones en mis consumibles o mis cacharros....
La verdad, nunca pensé que se disfrutaría tanto preparando esas pócimas que luego vapeo y disfruto tranquilamente y con los sabores mas extraños que jamás habría pensado que podrían gustarme. Por hacer una analogía con el tabaco, es como cuando fumaba tabaco de liar y tenía que preparame, maquinilla de entubar en mano, mis 50 o 60 cigarrillos para el día siguiente, solo que ahí no disfrutaba, ahí estaba deseando acabar e incluso me tenía que fumar alguno mientras me los hacía debido al grado de adicción que tenía al tabaco.
Ese grado de adicción que he podido ver que no mantengo con los cigarrillos electrónicos, por poner un ejemplo, yo ante era incapaz de ir al Cine, ya que no me veía 2 horas enteras sin poder fumarme un cigarrillo. Ahora sin embargo si tengo algo que hacer, estoy trabajando o cualquier cosa, no me importa estar sin vapear horas y horas. No es una exageración, muchas veces me tiro varias horas sin ponerme el cigarrillo electrónico en la boca si me encuentro haciendo cualquier actividad y además sin pensar en él lo más mínimo.
Y no digamos de la diferencia a la hora de levantarse de la cama, antes me fumaba un cigarro en la cama justo antes de dormirme y por supuesto otro cigarro justo antes de abrir los ojos por la mañana, aún con esa sequedad que tenía en la boca que no desaparecía hasta pasado un buen rato después de haberme tomado mi primer café. Ahora el cigarrillo electrónico se queda en la mesa de mi ordenador y no lo cojo hasta que me preparo para salir a la calle y por supuesto sin esa sequedad en la boca.
Durante estos 1355 días he descubierto el sabor de muchos platos de comida que antes me gustaban y ahora me gustan mucho mas, o de otros que no me terminaban de gustar y ahora me he dado cuenta de muchos matices que hacen que si me gusten. Tanto es así que decidí empezar a cuidarme mejor a la hora de comer, pués empecé a disfrutar demasiado de las comidas.
He descubierto que cuando sales a tomar una cerveza o una copa con los amigos en invierno no hace falta que te quedes helado en la puerta de la calle por fumarte un cigarrillo, puedes quedarte dentro sin pasar frío y riéndote de tus amigos que no saben como ponerse para no mojarse mientras fuman en la calle.
Aún doy gracias al día ese que vi un anuncio en TV de una marca de cigarrillos electrónicos que nunca utilicé, pero que me dio pié a investigar y empezar a vapear.
Por todas las sensaciones nuevas que he adquirido desde que dejé de fumar y aunque no hace precisamente poco tiempo que vapeo, solo puedo decir que en mi caso, lo único malo del vapeo es no haberlo conocido aún antes.
Hoy hace ya 1355 días que no fumo y la verdad es que el cambio es abismal, sobre todo a la hora de realizar alguna actividad física, pero el cambio en realidad es mucho más profundo, vapear se ha convertido para mi en un estilo de vida. Se han creado en mi vida unos curiosos rituales casi sin darme cuenta, a la hora de prepararme mis líquidos, de hacer reparaciones en mis consumibles o mis cacharros....
La verdad, nunca pensé que se disfrutaría tanto preparando esas pócimas que luego vapeo y disfruto tranquilamente y con los sabores mas extraños que jamás habría pensado que podrían gustarme. Por hacer una analogía con el tabaco, es como cuando fumaba tabaco de liar y tenía que preparame, maquinilla de entubar en mano, mis 50 o 60 cigarrillos para el día siguiente, solo que ahí no disfrutaba, ahí estaba deseando acabar e incluso me tenía que fumar alguno mientras me los hacía debido al grado de adicción que tenía al tabaco.
Ese grado de adicción que he podido ver que no mantengo con los cigarrillos electrónicos, por poner un ejemplo, yo ante era incapaz de ir al Cine, ya que no me veía 2 horas enteras sin poder fumarme un cigarrillo. Ahora sin embargo si tengo algo que hacer, estoy trabajando o cualquier cosa, no me importa estar sin vapear horas y horas. No es una exageración, muchas veces me tiro varias horas sin ponerme el cigarrillo electrónico en la boca si me encuentro haciendo cualquier actividad y además sin pensar en él lo más mínimo.
Y no digamos de la diferencia a la hora de levantarse de la cama, antes me fumaba un cigarro en la cama justo antes de dormirme y por supuesto otro cigarro justo antes de abrir los ojos por la mañana, aún con esa sequedad que tenía en la boca que no desaparecía hasta pasado un buen rato después de haberme tomado mi primer café. Ahora el cigarrillo electrónico se queda en la mesa de mi ordenador y no lo cojo hasta que me preparo para salir a la calle y por supuesto sin esa sequedad en la boca.
Durante estos 1355 días he descubierto el sabor de muchos platos de comida que antes me gustaban y ahora me gustan mucho mas, o de otros que no me terminaban de gustar y ahora me he dado cuenta de muchos matices que hacen que si me gusten. Tanto es así que decidí empezar a cuidarme mejor a la hora de comer, pués empecé a disfrutar demasiado de las comidas.
He descubierto que cuando sales a tomar una cerveza o una copa con los amigos en invierno no hace falta que te quedes helado en la puerta de la calle por fumarte un cigarrillo, puedes quedarte dentro sin pasar frío y riéndote de tus amigos que no saben como ponerse para no mojarse mientras fuman en la calle.
Aún doy gracias al día ese que vi un anuncio en TV de una marca de cigarrillos electrónicos que nunca utilicé, pero que me dio pié a investigar y empezar a vapear.
Por todas las sensaciones nuevas que he adquirido desde que dejé de fumar y aunque no hace precisamente poco tiempo que vapeo, solo puedo decir que en mi caso, lo único malo del vapeo es no haberlo conocido aún antes.
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